Un viaje inmersivo al mundo del automóvil

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Cómo empezó todo…

A mediados de 2024, cuando compramos el Jaguar XJS comenzamos a darle vueltas a la idea de hacer un viaje con ese auto, pero debía ser un viaje temático concentrado fundamentalmente en el mundo de los autos. Esa idea finalmente se concretó este verano europeo.

Aunque no lo pudimos hacer con el Jaguar, como era la idea, por problemas mecánicos de último momento, decidimos seguir adelante con el proyecto de recorrer algunos de los lugares más emblemáticos del automovilismo europeo. En este viaje el punto de foco fue Italia y nuestro aprendizaje fue: hay demasiado que ver y no hay tiempo que alcance para verlo todo, pero qué gran experiencia que compartimos aquí.

Nuestra primera parada fue Torino, sede de Fiat y de tantas marcas, carroceras, preparadores y muchos demases. Alojarse en el Lingotto (el mismo edificio que fue la primera gran planta de producción de Fiat) es una experiencia en sí misma. Ni bien entras al hotel cuya fachada y estructura edilicia mantiene todos los rasgos de la antigua fábrica (incluido el nombre de la marca grabado en el cemento) te das cuenta de que estás en un hotel diferente porque en el lobby hay un Fiat para recibirte. 

Luego tener la oportunidad de ver y caminar sobre lo que era la pista de pruebas de esa fábrica es emocionante y un poco escalofriante. La pista se encuentra en la terraza del edificio y se trata de un óvalo peraltado que hoy hace las veces de espacio de exposiciones y eventos artísticos.

Museo Nazionale dell’Automobile: Fue nuestro punto de partida en este recorrido. Es un obligado para todo aquel que guste de este arte con motor. Realmente es un museo que busca contar la historia del automotor y lo hace de una forma muy prolija, ordenada y completa. Lógicamente se trata de la historia contada desde Europa y específicamente desde Italia pero hay referencias tanto a los autos americanos como a los de otros países de Europa. Incluso hay un sector dedicado a los autos producidos detrás de la Cortina de Hierro.

Es un museo grande que vale la pena explorar en detalle y nosotros necesitamos unas 4 horas para recorrerlo en toda su dimensión, leyendo las sinópsis de cada auto y explorando sus detalles.

Centro Storico Fiat: Promediando la tarde fuimos hasta el edificio que fue la primera sede de la compañía de la familia Agnelli.

El edificio mantiene su fachada y estructura original, y dentro alberga una pequeña colección de Fiat y no sólo autos sino también vehículos militares, motores de aviación y de barcos, como así también electrodomésticos y alguna que otra rareza. 

Se trata de un espacio más pequeño y una colección más limitada que de todas formas disfrutamos pero si no sos un enfermo de los autos, no es necesario que vayas…

Recorrer Torino vale la pena. Nosotros no entramos en otro museo que no fuera de autos pero hay que destacar que es una ciudad muy agradable para caminar, observar su centro antiguo y conocer su pasado. De hecho una noche caminando por sus calles antiguas nos cruzamos con dos clásicos que habían aprovechado las horas de tranquilidad para ingresar en la zona peatonal a sacar algunas fotos a sus máquinas que por cierto estaban para un museo.

Ahí tuvimos la primera pista de que el viaje que emprendíamos no iba a lograr cubrir ni la mitad de lo que pensamos, ya que nos comentaron que en realidad en Torino hay otra sede de Fiat que tiene también una muy buena colección de autos: el Heritage Hub… quedará para la próxima porque debíamos salir a nuestro próximo destino: Monza.

Pt. 2. MonzaNuestro segundo destino en este viaje era Monza, pequeña y bonita ciudad en las afueras de Milan, sede del templo de la velocidad: el mítico circuito de Monza.

El camino entre Torino y Monza decidimos hacerlo con un desvío por caminos internos de montaña pasando por el muy bonito pueblo de Barolo, una experiencia que realmente valió la pena. La zona es realmente muy linda con unos paisajes y unas rutas únicas. Pero ese lugar rodeado de montañas y pequeñas tiendas de vinos locales no fue nuestra única parada en el camino…

Museo Alfa Romeo: No creo que sea necesario en este espacio decir lo que significa esta marca italiana para la industria del automovilismo y la verdad es que el museo está a la altura. Lo único que lamento es que cierre a las 6pm y una tarde no sea suficiente para recorrerlo. En serio, no dediques menos de tres horas.

El edificio es realmente muy bonito, moderno y pensado para el museo. Esto le permite a Alfa contar su historia como fábrica, en la competición y en el diseño de forma muy completa y detallada. El museo es ordenado, prolijo, impecable y obligatorio para todo el que guste de los autos bien concebidos y diseñados. 

Autodromo Nazionale Monza – The Temple of Speed: Como era un día de semana por la mañana cuando nos tocó visitar el templo de la velocidad, no había mucha vida… El autódromo está en un parque enorme que lo rodea. Pasear por sus alrededores e ingresar a las zonas abiertas al público da una dimensión de su importancia y magnitud. Por supuesto que además rendimos tributo a Juan Manuel Fangio y su monumento allí.

El circuito se puede recorrer en un pequeño bus pero la verdad es que no nos pareció algo tan atractivo así que decidimos seguir viaje… nuestro destino ya tenía un nombre lo suficientemente intimidante y emocionante a la vez: Módena.

Pt. 3 – Módena

Tras dejar atrás el Templo de la Velocidad nos dirigimos rumbo a Módena, un nombre propio emblemático para todo amante de la automoción. Pero, de camino y por azar, decidimos parar en un Museo que nadie nos había mencionado (solo Chat GPT nos lo recomendó): Museo Nicolis

Y gracias Chat GPT por ponerlo en nuestro camino porque fue una experiencia transformadora.

Realmente, en nuestro ranking de Museos del automóvil que visitamos en esta gira (y en toda nuestra vida) estoy seguro que Nicolis está en el top 3. 

Se trata de una colección privada con 100 autos del siglo XIX y XX, y otras tantas motocicletas, bicicletas y demás elementos históricos.

Más allá de tener algunas máquinas realmente únicas, este museo destaca por el estado de conservación de dichos autos y el cuidado al detalle. Desde que uno ingresa en el museo (en especial en la primera planta) se va desarrollando una historia de la evolución de los automóviles pero también las historias de cada uno de los ejemplares expuestos. Este museo cuenta con QR que llevan a detalles del auto no sólo técnicos sino que muestran a quién, cómo y cuándo se compraron, en qué condiciones y cómo se restauraron. 

En fin, imperdible. De ahora en más, Verona, donde se encuentra localizado este museo, no es más la ciudad de Romeo y Julieta, ahora es la ciudad del Museo Nicolis.

Modena es una ciudad pequeña, industrial y agrícola con su atractivo pero el principal motivo por el cual nosotros y tantos aficionados en el mundo visitan esta ciudad es porque es la sede de Ferrari. Y si, se nota claramente en la ciudad. Muchos elementos, en especial en la vecina Maranello, hacen referencia ya sea a Enzo Ferrari o a la marca que construyó.

Ferrari cuenta con dos museos y cualquier fanático del automovilismo sabe que debe visitar ambos así que de nada sirve decir aquí que nos dejó cierta sensación de decepción. El museo en Maranello es grande, y está lleno de Ferraris pero sentimos que no se trata de un museo que cuenta una historia o que tiene un recorrido claro. De hecho hay secciones en el museo que no se entiende qué función cumplen. Una lástima. Sin embargo, aquí sí recomendamos hacer el simulador de Formula 1. Te dan un volante muy parecido al original y realmente es una experiencia interesante aunque no deja de ser un simulador pero con muchas asistencias que lo hace disfrutable.

La sede de Modena es un espacio más pequeño. Una gran sala abierta con varias máquinas expuestas. Los autos son hermosos y más modernos pero aún así… nos hubiera gustado que estén presentados de otra manera, especialmente porque se trata de los museos más caros de todos los que visitamos.

La cantidad de museos y fábricas que se pueden recorrer en esta zona es realmente muy amplia. Nosotros, por cuestiones de tiempo, nos concentramos en Ferrari y en la colección Umberto Panini (sí, el de las figuritas)  que se centra en Maseratis.

Se trata de un espacio relativamente pequeño con una veintena de máquinas e intenta contar la historia de la marca italiana. La verdad es que tiene algunos detalles que nos gustaron mucho. Por empezar todos los autos tienen las llaves puestas, algunos las ventanillas bajas cosa que permite también oler el interior impregnado de gasolina de estas bellezas. Lo recomendamos. 

De salida de Módena no pudimos evitar dos paradas. La primera, el Museo Lamborghini.

Otro pequeño museo que cuenta muy bien la historia de la marca a través de sus modelos más icónicos que están como recién salidos de fábrica.

Se puede recorrer en poco más de una hora pero realmente vale la pena. 

Luego, nuestro viaje culminó donde el gran Ayrton Senna perdió la vida: Imola.

Muy cerca de  Módena, apenas saliendo de Bolonia, Imola es un autódromo icónico en el automovilismo y no podíamos no pasar por allí. Aquí la suerte estuvo de nuestro lado y pudimos disfrutar (y gratis!!) de varias pasadas de diferentes categorías, caminar por boxes y ver de cerca el trabajo de los equipos.

Fue algo que no esperábamos y que ciertamente terminó siendo la frutilla en nuestro postre y un cierre espectacular a este viaje.

Fue un viaje único, una experiencia que como decíamos al comienzo nos dejó con ganas de más, con la sensación de que pudimos recorrer mucho pero que aún queda mucho por explorar. ¿No es ese el objetivo de viajar?

Con nuestro RAID NOSTALGIA 2025 visitamos en 5 días:

Museo Ferrari (Modena)

Museo Ferrari (Maranello)

Museo Maserati (Modena)

Museo Lamborghini (Bologna)

Museo Alfa Romeo (Milan)

Museo colección Nicolis (Verona)

Centro histórico Fiat (Torino)

Museo nacional del automóvil (Torino)

Museo fundación RACE (Madrid)

Circuito de Monza (Monza)

Circuito de Imola (Imola)

Circuito Jarama (Madrid)

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