Hernán Alberro es periodista y consultor internacional en relaciones internacionales y derechos humanos. Pasó buena parte de su infancia y adolescencia leyendo las revistas Corsa, Parabrisas y Road Test (de la que llegó a tener los primeros 100 números). A los 15 años, si le preguntabas qué quería ser cuando sea grande decía roadtester. Quizás esta pasión por los fierros la heredó de su padre a quien se lo ha visto en un Fiat 600 doblando en dos ruedas en el Autódromo de Buenos Aires. O quizás fue de ese amigo de la familia, Antonio, en cuyo taller pasó muchos días de los veranos porteños… Lo cierto es que su pasión por estas bellezas de cuatro ruedas no se detuvo nunca, aunque en la medida en que los autos se parecían más y más entre sí, empezó a mirar más hacia el pasado, sintiendo nostalgia de cuando los autos tenían personalidad, carácter y se diferenciaban claramente.
Ariel Battaglia es Ingeniero Mecánico, empresario comercial e inmobiliario y Juez de estado FACAH. Muchos creen que heredó su pasión por los fierros de su tío Antonio, ex copiloto y mecánico de Gastón Perkins. Lo cierto es que siempre le apasionaron los autos hasta obsesionarse con ellos, en especial con los clásicos. Tanto que a los 15 años logró recuperar un viejo Chevrolet 400 totalmente abandonado. Sin presupuesto, hasta lo tuvo que pintar a pincel, pero de todas formas logró que ése fuera su coche por unos años. De adulto logró tener varios clásicos… varias Coupe Chevy, Coupe Fiat 800 y algún Mercedes. Como buen ingeniero es obsesivo y meticuloso con los detalles, no solo en los autos clásicos, sino también en los negocios.
Ariel y Hernán se conocen de toda la vida. Heredaron la amistad de sus padres y se esfuerzan por trasladarla a sus hijos más allá de la distancia, con muchos elementos en común pero uno que destaca: su amor por los autos.
